Limpiar una campana extractora es esencial para mantener un ambiente de cocina saludable. Comienza por apagar el extractor de cocina y desenchufarlo si es necesario. Luego, retira los filtros y sumérgelos en agua caliente con desengrasante. Mientras tanto, limpia el exterior de la campana con un paño húmedo y un limpiador no abrasivo. Luego, enjuaga y seca los filtros antes de volver a colocarlos en su lugar. ¡Tu cocina lucirá más fresca y las funciones extractoras del equipo estarán en óptimas condiciones!
Te explicamos el proceso de limpieza en 10 sencillos pasos para llevar a cabo esta tarea:
- Apaga el extractor de cocina y desenchúfalo si es necesario para garantizar la seguridad.
- Retira los filtros de la campana. Pueden ser de metal, carbón activado o malla, dependiendo del modelo.
- Sumérgelos en agua caliente con un desengrasante potente durante al menos 15 minutos para aflojar la grasa acumulada.
- Mientras los filtros están en remojo, limpia el exterior de la campana con un paño húmedo y un limpiador no abrasivo. Presta atención a las áreas más sucias.
- Enjuaga los filtros bajo agua corriente y utiliza un cepillo suave si es necesario para eliminar la grasa persistente.
- Deja secar los filtros por completo antes de volver a colocarlos en la campana.
- Limpia el interior de la campana con un paño húmedo y un poco de limpiador, prestando especial atención a las hélices y el conducto de extracción.
- Comprueba el sistema de iluminación y límpialo si es necesario.
- Verifica el sistema de ventilación y asegúrate de que no haya obstrucciones en el conducto.
- Finalmente, enciende el extractor de cocina y comprueba su funcionamiento.
Realizar esta limpieza de manera regular asegurará que tu campana extractora siga funcionando eficazmente y mantendrá tu cocina libre de olores y grasa no deseados.